Aurora Kuszpit de Meyer
por Aurora Kuszpit de Meyer

Alborada de un pueblo… Libro de reminiscencias jardinenses… ¡Dios sea loado! Sesenta y nueve años han pasado, y hoy con una emoción trascendental recordamos las primeras vivencias que nuestros queridos pioneros encararon con profunda visión de futuro y con mucha fe en el porvenir. Un día se lanzaron en medio de la selva milenaria y virgen, machete en mano abriendo picadas hasta ubicar la plaza en el lugar mas alto. Trazaron sus diagonales que la hacen distinta a otras ciudades y única en Misiones, nuestra madre tierra que supo vislumbrar lo que hoy somos: unión de credos y diversidad de raíces que enriquecen el núcleo fuerte que formamos y nos identifica como compueblanos.

Fueron vecinos que en su accionar ponían en primer lugar el temor a Dios y el amor a Cristo, sobre cuyo basamento se jalonó el principio de este pueblo, que recibió las bendiciones del Señor para su posterior desarrollo y progreso.

Desde mi corazón de vecina de Jardín desde siempre –por lo que recuerdo con gran sentimiento a la mayoría de los personajes de las historias que aquí se cuentan–, y como directora de la Escuela Superior de Comercio Nro. 2 –primer establecimiento secundario de nuestra ciudad– que supo albergar a Ariel como estudiante; es un gran halago escribir el prólogo del libro que publica un apreciado alumno que dejó huellas institucionales y a quien se lo reconoce como un excelente redactor por las acciones en ese ámbito.

El autor de los textos de este libro, Ariel Arrieta es un joven jardinense destacado en las letras castellanas –pero que también incursiona en el portugués, inglés y alemán– muy interesado en resaltar historias simples pero verdaderas del pueblo gracias a que sus padres, Ignacio y Julia, son sus habitantes desde el alba jardinense. Oportunamente, por su excelente e interesante narración tuvo el honor a los quince años de obtener el Primer Premio a nivel nacional en el certamen de literatura y matemática “Cuentos con Cuentas”. Llegó a la instancia final en Buenos Aires, tras superar –con relatos diferentes en cada etapa– los niveles local, provincial y regional. Con notas sobresalientes acompañando a la bandera nacional, en su paso por la secundaria ha participado en diversos concursos. Se destacó también en la exposición en equipo en la Universidad Austral de Rosario, en un trabajo realizado sobre el producto madre misionero: la yerba mate, ubicándose entre los tres mejores trabajos. También en equipo participó en Mendoza de otro certamen, esta vez sobre ciencias sociales en la Universidad de Congreso; y en Córdoba nuevamente accedió con sus relatos a la instancia nacional de Cuentos con Cuentas.

A los 16 años Ariel recopilaba noticias y las transmitía a través de un semanario local de su autoría al que bautizó Siglo 21, en el que incluía informaciones de todo tipo, siendo un redactor destacado ya en aquel entonces en el secundario.

Hace 12 años trabaja en el rubro informático en la ciudad de Posadas, pero la distancia no impide que se identifique con su pueblo y quiera transmitir los saberes y aconteceres de la historia de Jardín América. Comparte con su padre los dichos y anécdotas de aquellos tiempos que involucran a tantas personas que se deleitarán con su lectura, las cuales afirmarán y tal vez completarán con mas datos específicos acerca de esos hechos que quedaron en la mente de los que los han vivido y protagonizado.

Su padre, Ignacio Arrieta, conocedor y partícipe de las acciones pueblerinas, estudioso e intérprete del idioma guaraní, muy conocido y con muchas anécdotas en su memoria; es el coautor de este interesante libro, aportando los sucesos y datos – que dieron origen a los diferentes relatos.

Ignacio es quien ha registrado en sus recuerdos y ha recogido de los tantos habitantes de aquel entonces, anécdotas y hechos simples que vienen a dar disfrute a los que hemos participado. ¡Qué emoción recordar pasajes de nuestras vidas y la de tantos que han dado el color y aroma a nuestra pintoresca ciudad!

Desde los albores, Ignacio tuvo amplia participación de las acciones de la localidad en sus tareas tanto de publicista como fotógrafo de gran profesionalismo innato, con papel importante en el cine vigente en aquella época, y en la tarea periodística como representante de El Territorio desde hace más de 40 años, estando presente en todos los eventos –importantes y no tanto–, registrando en su mente y con su cámara de fotos todos los detalles que hoy perduran en sus recuerdos.

Dado a los sentimientos puros hacia todo lo nuestro, con programas radiales de música y costumbres nativas, como así también de reportajes a pioneros, que hoy ya no están pero de los cuales podemos compartir los ideales, gracias a ese trabajo serio e invaluable realizado.

Entre ambos, entrelazan con gran claridad y perfección estas narraciones, que mediante un lenguaje sencillo, ameno y atrayente son puestas a la altura del lector mas estricto: aquel que supo ser participe y protagonista de las historias; con la seguridad de que quien inicie la lectura no la abandona hasta concluirla.

Esta primera presentación sienta las bases para nuevos libros en el futuro, ya que Ariel e Ignacio tienen material suficiente para mas relatos, pues al charlar con antiguos vecinos e investigar reúnen un valioso material que caracteriza ampliamente los primeros pasos de la hoy querida ciudad de Jardín América.

Seguramente estos hechos narrados aquí servirán para rescatar del olvido datos interesantes de nuestra menuda pero rica historia.

Felicitaciones a los autores por el gran entusiasmo puesto para lograr este primer libro que viene a engalanar la cultura popular jardinense que prevalece a través de los años en el corazón de tantos participes de las historias y de sus queridas familias. Sé del esfuerzo que significó para los autores y los años de construcción de este gran libro. Sirva de incentivo a otros jóvenes y no tan jóvenes que quieren a su terruño para que continúen en el sendero trazado por ellos.

Queda a disposición este libro para el deleite y el disfrute, como tantas cosas simples que son las que Dios bendice y de cuya sumatoria surge el engrandecimiento de los pueblos. Adelante Jardín América, adelante Ariel e Ignacio y esperamos el segundo compendio. A los lectores: lean y conozcan las cosas de nuestro pueblo.

¡Dios los bendiga!

Aurora Kuszpit de Meyer